Empecemos bien, para seguir mejor

Live de Paloma Cabadas, de fecha 03/01/2021 en @stefychofel

Paloma:

Qué bien vienen los cambios, ¿verdad?

Precisamente estamos en una época de la vida, de la humanidad, donde, efectivamente el protagonismo va a ser el cambio; está siendo el cambio.

Y el cambio, además, inesperado. Porque se ha terminado ya la época del control, de tener una anticipación de todo, de adelantarse y de prevenir.

O sea, eso ha saltado por los aires. Y yo creo, que es para hacernos valorar la creatividad, la iniciativa, el valor.

Hay una serie de cualidades que se están ahora poniendo en marcha, debido a todo lo que está pasando mundialmente, y que tienen que ver con esto, ¿no?; con que se activen, tal vez, talentos que estaban adormecidos, pues, porque estábamos acomodados, porque las cosas se venían danto de tal o cual forma…y ya me lo conozco, y lo hago por rutina, y sale solo…

Y ahora es como que FAAA, se disparó; y lo que funcionaba, a lo mejor, no funciona más; y cosas inesperadas, a las que tú no le dabas ni cinco céntimos de valor, pues resulta que empiezan a ser protagonistas.

Entonces, yo creo que hemos dejado atrás un año, que nos ha obligado a todos, de alguna forma, a definirnos.

Yo diría, que el 2020, ha sido un año de definición.

Yo no lo valoro negativamente. Vale, que ha habido de todo; pero a groso modo, ha sido un año que verdaderamente ha dinamitado todo esto que digo, ha dinamitado nuestra vida, y nos ha permitido, gracias a eso, definirnos.

Hay cosas que dices: bueno, esto ya no funciona; esto ya no va…,,,

Y por lo tanto, nos abre como a una etapa de acciones nuevas. Sí o sí.

Y además este año, que va a correr a toda pastilla y a toda velocidad, porque esa es la realidad, la velocidad es una clave y una característica de este momento, nos va a pedir una acción nueva.

Que es, como su nombre indica, nueva: No otra vez accionar… volver a hacer otra vez tal…sino, hacerlo nuevo.

Es una actitud.

Yo diría que nos permitiéramos en este tiempo, darnos cuenta de qué necesito, por encima de todas las cosas, para mi evolución y mi salto personal. Necesito una actitud diferente, novedosa, ante cualquier cosa, ¿si? Ante las cosas de mi vida.

Y la actitud, es algo muy interno.

Porque tú, por moda, puedes cambiarte el peinado, puedes empezar a hacer que sé yo qué…o que sé yo cuanto, me da igual. Pero la actitud, tú no la puedes imponer, ni impostar.

La actitud nace de dentro. Conlleva un sentimiento, conlleva una calidez, conlleva una participación de parte tuya, que hace que, efectivamente, si la actitud la vas transformando, tu vida cambia.

Por eso, es como un año de una acción nueva, porque nace de una actitud diferente.

Porque el año pasado, cómo lo pasaras, cómo fueran tus circunstancias, pudiste recapacitar, reflexionar, darte cuenta…te cayeron algunas fichas, y pudiste decir: Caramba, pero, ¿cómo venía yo haciendo esto así, de esta manera? ¿Cómo no me había dado cuenta de que tal o cual?

A veces, cosas muy sencillas, muy cotidianas; cosas que tienen que ver, no sé, con la dieta, con el ejercicio físico; por decir cosas que son tan de nuestra vida diaria, tan participativas de nuestra realidad que a veces no caes en la cuenta de que: estas comiendo cosas que te hacen daño…

Entonces, vamos ahí. Vamos con hacer las cosas, no otra vez, sino desde una actitud y de una forma nueva y diferente.

Estamos también viviendo…el virus, la cosa mundial, la vacuna, bla bla bla; bien, eso está ahí, es el escenario, ¿si? porque siempre hay un escenario humano, si nos damos cuenta. Siempre.

Cuando no era tal cosa, era tal otra. Entonces, yo creo que lo que importa ahora, es que encontremos nuestro lugar, y un lugar de mucha verdad en este escenario.

Mantener un criterio frente a lo que me invade, a lo que me quieren imponer, o con lo que me están asustando o con lo que me están lavando el cerebro…en fin, todas estas cosas que siempre han estado.

 

David:

Ahora mucha gente lo está viendo. Es como que metieron el freno de mano, y empezaron a mirar lo que está pasando. Y todo el mundo está, de alguna manera, haciéndose esas preguntas. Entonces, yo creo que colectivamente estamos en ese despertar gigantesco que nos merecíamos.

 

Paloma:

Sí. Lo que también está pasando ahora, es que, estas circunstancias mundiales y globales nos obligan a que nos demos respuestas.

Porque las preguntas, por supuesto que nos las veníamos haciendo, y muchos de nosotros ya hace tiempo, y nos las veníamos contestando. Esa es una diferencia entre unos y otros, ¿si? Que yo me hago las preguntas y me las contesto. Y otros se las hacen, y… están ahí todavía, buscando, a ver quién me da la respuesta.

Pues la tienes tú la respuesta, caramba.

Entonces yo creo que ahora, forzados por las circunstancias, es como que la gente se va a ver obligada a responderse a un montón de preguntas, que venían coleando, se venían arrastrando y a las que no se les hacía caso.

Desafortunadamente la humanidad evoluciona por impactos. Todavía el nivel de evolución es el que es…y no nace de una propuesta interna. Es decir: yo esto lo voy a cambiar… yo no quiero ya vivir más así… me voy a otro país, cambio de profesión… no sé, cualquiera de esas cosas que se pueden hacer en cualquier momento de la vida, con virus o sin virus. Pero que la persona, no las hace.

Entonces, bueno, parece que tiene que venir una circunstancia externa a forzar la maniobra y a obligar a que tomes una decisión, que, a lo mejor, hace tiempo que tendrías que haber tomado; o sea, que eso es importante.

También es importante que nos veamos en medio de un contexto que se derrumba. Yo creo que a estas alturas del campeonato, tenemos todos que tener muy claro que esto está agotado; lo que llamamos el sistema…llámalo como quieras…la forma de vida.

Hemos tocado fondo y hemos tocado techo. Y toca, efectivamente, empezar a transformarse y a atreverse.

Yo creo que ahora hay que ser más valientes que nunca. Ya no podemos seguir ocultando tal cosa por: a ver que van a pensar; a ver que van a decir; a ver si se van a creer…

O sea, yo creo que ahora, ya toca hablar en presente de indicativo, en nombre propio, con transparencia, a corazón abierto, sin estarse preservando y cuidando de tanta cosa ajena y externa, de ir con la verdad por la vida.

 

*David:

Ese es un tremendo punto que has tocado. Una de las cosas que esta época también ha servido, es para uno buscar como muchísima información. Y yo, particularmente, he encontrado algo muy importante, que es, la verdad. Y como tú dices, nosotros tenemos ya años en esto. Cuando nosotros vivimos la vida basados en muchas verdades, que realmente no son las verdades verdaderas, o sea, estamos basando la vida en algo que es mentira.

Entonces, ese tema de la responsabilidad y la verdad, tenemos que asumirlo como personas humanas adultas. Como que: mira, yo quiero saber la verdad; porque la verdad es luz; y la verdad, entonces, transforma. A partir de que tú sabes la verdad, o que tú dices la verdad, o que tú te envuelves en un campo donde la gente habla con la verdad, de una manera respetuosa, de una manera sincera, de una manera constructiva…hace que en tu vida, realmente, se empiecen a dar esos cambios. Y tú te vuelves un paladín de la verdad. Y cuando te vuelves un paladín de la verdad, es muy probable, que también te vuelvas un paladín de que sean lo más justas posibles todas tus acciones y todas tus decisiones, no?

 

Paloma:

Es que, cuando estamos hablando desde esa verdad, es cuando realmente hay respeto hacia la otra persona, si te das cuenta.

Es que vivimos… hemos vivido históricamente, no solamente en estos tiempos, donde está todo como más a la vista…pero históricamente; o sea, la historia es mentira.

La historia es mentira porque, la historia se ha ido reinterpretando, se ha ido escribiendo según el ganador de turno, ¿si?

Hay toda una trayectoria en irnos contando las cosas, a la cual también se adhiere el tema del funcionamiento cerebral.

Nosotros estamos ocupando un instrumento que también tiene que evolucionar; el cerebro, tiene que pegar un salto.

Las generaciones venideras van a venir con otro cerebro, sí o sí. ¿Por qué? Porque el cerebro es interpretador. El cerebro no soporta la incertidumbre. No es la conciencia la que no soporta la incertidumbre, es el cerebro.

El cerebro humano, para recordar y para poder organizar los datos le tienen que cerrar los datos. Entonces, como los datos no siempre cierran, porque no los tenemos todos… no los tiene nadie… entonces, los organizas y los apañas, pero lo haces, muchas veces inconscientemente.

Y luego, eso se va manipulando de tal forma que las noticias están tergiversadas, están  apañadas; los medios tienen en cuenta el calado emocional, qué va a impactar más para que la noticia sea esa y no otra. Con lo cual, menos la verdad, nos están contando cualquier cosa.

Y ocurre que a la hora de recordar los acontecimientos, no los recordamos tal cual son tampoco, porque el equipamiento humano que tenemos no nos permite eso. Entonces, organizamos la secuencia del recuerdo que sea para que cierre y quede más o menos tal, y lo pueda contar bien armadito, ¿si?

Porque si no, cómo cuento algo que no cierra? Quedaría fatal… pensarían que estoy, yo que sé…, o sea, parte de las características de esta época, de este momento, es que la verdad va a empezar a ser dominante.

Y es importante que empecemos a ensayar. Porque claro, entre que vivimos en un mundo de mentira, entre que tenemos un cerebro que interpreta y se adapta y necesita que cierren las cosas, entre que tengo que estar pendiente de: a ver cómo van a interpretar esto…qué van a pensar…; nosotros también nos tenemos que entrenar.

Y pensad una cosa: por lo menos todos los que estamos hoy en esta charla y en este encuentro, somos personas, somos referentes multidimensionales. Somos más importantes de lo que parece. Pero esto no es una cuestión de ego, ni de vanidad, ¡no!

Para que, realmente, la realidad multidimensional pueda ser operativa, y generar transformaciones y cambios en el planeta, necesitan receptores aquí abajo; porque desde arriba no se pueden hacer las cosas, y no se deben…porque aquí hay también un libre albedrío.

Los cambios los tenemos que protagonizar aquí. No es que va a venir el salvador y nos va a traer tal…, ¿entiendes?

Cada uno de nosotros somos responsables de sostener la parte que nos corresponde de un plan que consiste en una grandísima evolución. Un plan que ha sido grandioso, porque la Humanidad es un plan amado.

Ha sido un plan diseñado cósmicamente, para que la vida en la tierra fuera un lujo. Porque este planeta es un lujo. ¿Cuántos planetas hay como éste? Ninguno. ¡Éste!

¿Y Humanidad? Ésta.

Que además tenemos vida continua, por supuesto. O sea, tenemos esas posibilidades de manifestarnos aquí, generar los cambios que podemos generar aquí; llevarnos esos cambios y generar cambios en el universo.

O sea, lo de la Humanidad es una cosa grandiosa, y los únicos que no se enteran son los humanos. Es verdad. Siempre esperando que venga no sé quién a salvarnos… la era tal… la era cual… la fecha tal… acordaos con el 12 del 12, ¿no? Menos mal que eso lo hicieron fatal, pero ya en algún momento tenían que hacerlo fatal; se lo pusieron tan próximo que nos dimos todos cuenta… todo el mundo se dio cuenta de que aquello era una farsa. Pero, hay que ver la gente como entró al trapo de eso y de todo… las alineaciones, los no sé cuánto…¡No!

Eres tú. Eres tú el que cambia tu vida. Eres tú el que te crees lo que te está pasando.

Nos pasa lo que yo me creo que me está pasando, entiendes? La capacidad que tenemos de crear, de generar nuestra realidad, es inmensa.

Pero el humano es totalmente ignorante de su poder y de sus valores; entonces, lo atribuye a lo que sea: a la racha, a la buena racha, a la buena suerte, al ser superior… y dices: Pero, espera un poco…; ¡organízate! Creo que estamos en un tiempo, donde se está derrumbando y se está cayendo tanta historia elaborada, tanta leyenda, tanto cuento.

Hay que ser muy valiente. Y es un tiempo en el que te tienes que atrever a salir con la verdad al mundo, la tuya, la de tu cotidiano, la que tú quieres transmitir o compartir,.

Y todos, ¡ahí! vamos a tener que romper una lanza, ¿si? Estamos ahí.

Esta década es decisiva. Ya nos hemos comido el primer año de la década, que fue el 2020; vamos a por el segundo.

Sería importante que la persona tuviera una visión amplia, no solo año a año. Porque esta década puede valer por un siglo de antes, por el efecto de la velocidad del tiempo.

Y la velocidad del tiempo, tampoco es una cosa ahora perceptible porque yo qué sé qué…¡No!

Es una estrategia multidimensional.

O sea, el tiempo viene de fuera, aunque cobra vida aquí. Allí no hay tiempo, pero el tiempo se teje allá. Es una variable que se descarga para que el humano pueda cronometrar sus acciones, evaluar sus consecuencias, planificar, generar memoria.

El tiempo, además, en su momento y más adelante, será como la nube de internet. Nosotros podremos dejar en el tiempo lo que queramos –el conocimiento-, y nos lo iremos descargando de una forma directa: de la conciencia directamente al cuerpo.

La forma de vida que se avecina es de lo mejor… yo desde luego no creo que lo vaya a vivir y a conocer, porque no es para mañana, ni para el año que viene; pero está señalado… y es grandioso. Para empezar, estamos mutando; y en la medida en que la conciencia va transformándose, también va a transformar sus instrumentos. Y el instrumento para venir a la Tierra, es el cuerpo.

Entonces, vamos a venir equipados con unos cerebros, donde ya, de forma orgánica y natural, facultades que ahora son extrasensoriales… que incluso han enloquecido a la gente y te quemaron por bruja en el pasado, por tener visiones, y por tener tantas cosas…, serán estructuras cerebrales incorporadas anatómicamente. Esto que se llama el tercer ojo, va a ser, no una facultad de unos cuantos, sino una estructura anatómica cerebral. De tal forma, que podamos entrar y salir del tiempo, del que sea el tiempo lineal entonces y construir el tiempo aquí.

El futuro es maravilloso.

Y todo esto lo digo para tanto miedo como hay, y tanto agorero, y tanto desastre. El único desastre, como decías David, está dentro de la cabeza de cada uno.

El juego está abierto.

Por eso digo, que esta década es prodigiosa en ese aspecto; porque yo creo que se va a llevar todo lo que sobra. Y entendamos lo que sobra como: estructuras mentales, ideologías, estamentos sólidos calcinados, calcificados, que la gente los lleva a rastras sin saber muy bien, ni porqué los lleva a rastras… pero los lleva.

Es una década que va a permitir soltar el pasado definitivamente.

¿Cómo vamos a vivir en la verdad que decíamos antes, si la gente vive en el pasado, y sabiendo que el pasado es mentira?; por lo que estamos diciendo: la historia se ha reconstruido, se ha recontado un millón de veces.

¿Cómo puedes tener como evidencia algo que ya fue?, para empezar. Y traerlo, y traerlo, y traerlo… aquel verano que fuimos tan felices; y aquella vez que fuimos no sé dónde… Dices: Mira, déjame en paz. ¿Cuándo nos vamos a ver? ¿Cuándo va a ser el próximo viaje?

¡Hablemos del mañana!

Hay una cosa que la gente no vive, y es el hoy.

La gente, al ayer lo traslada a mañana. O sea, el mañana está construido con el ayer. Lo cual quiere decir que te saltas el hoy. Y en el hoy, está la decisión de cambiar, de prosperar, de hacer lo que te dé la gana, de generar una actitud nueva.

O sea, el hoy, es donde está la vida; la decisión para cómo quieres vivir mañana.

Es importantísimo que planteemos estas cosas: ¿ya me estoy repitiendo otra vez con ayer? ¿Ya estoy con el ayer dándole las vueltas? Y con lo cual…mañana es ayer.

 

David:

Círculos viciosos, totalmente.

 

Paloma:

¡Sí! Pero además enfermizos.

Porque, ¿qué es la enfermedad, al final? Pues te engordas de pasado; te enfermas de cosas no resueltas; de miedos calcificados ahí dentro; de cosas que nunca te atreviste a hacer.

Fíjate en lo que nunca te atreviste a hacer… es un momento ideal, ahora. Ya que aquí en la vida humana tenemos el tiempo, y empieza el año, el segundo año de esta década. Es como decir: A ver, pero, realmente ¿qué es lo que yo siempre he querido hacer?

Esto parece una tontada de pregunta; pero es crucial.

Porque es ir arrastrando el ayer: que no hice…que no hice…que no hice; que no hago…que no hago…que no hago; que no voy a hacer…que no voy a hacer…que no voy a hacer.

Pero lo tienes ahí, jorobando. Porque si dijeras que no joroba; pero, sí joroba. Fastidia. Y ocupa cerebro.

Lo decía nuestro Ramón y Cajal, nuestro premio Nobel; decía que el saber ocupa lugar.

¡Claro que ocupa! Porque el saber se organiza y se estructura en secuencias neuronales; y esas secuencias neuronales utilizan la superficie cerebral, a través de la cual pensamos.

Entonces, si tú estás repitiendo, y repitiendo siempre lo mismo, tienes un área del cerebro –me da igual si es el hemisferio derecho, el izquierdo o aquí detrás, en la nuca, me da lo mismo-, tú tienes ahí una costra así de pensamientos absurdos, que no te van a resolver nada en la vida, y que están calcificados. Te han generado una conducta, te han generado unas pautas, una forma de vida… y al final, te enferman y te matan.

Claro, le tengo miedo a la muerte, porque a lo mejor el virus ahora me mata. ¡No! Te estás matando tú todos los días, solito, solita; tú, con tus pensamientos, con tus historias, con tus temores.

Entonces, atrévete a pensar. Para empezar, hay que atreverse. Decíamos, hay que ser muy valiente. ¿Qué es lo que yo realmente quiero hacer?. No se trata de hacerlo ya, porque sabemos que hay que organizarse y hay que planificar. Pero, ¿tú sabes la vitalidad que el cuerpo recepciona cuando tú dices?: ¡Lo voy a hacer! No sé cómo todavía, pero yo eso lo voy a hacer.

Y esta velocidad que percibimos, está haciendo que el cuerpo también reaccione a esa velocidad. Entonces, si reacciona para enfermarte y acobardarte también reacciona para lo otro.

O sea, ahora podemos hacer las cosas mucho antes. Es como decir, yo creo mi realidad y utilizo lo que está a la vista…que no nos lo estamos inventando…esto no es una cosa esotérica, lo de la velocidad del tiempo, ¡es una realidad! Ya es 3 de enero; en cuanto nos descuidemos, nos hemos comido enero, pero así, enterito.

Entonces, es esto: ¿Qué voy a hacer con mi tiempo?

Mis prioridades. Es un momento, si no lo hemos hecho ya, de ordenar las prioridades. ¿Qué es lo prioritario? Porque, para lo prioritario yo tengo, tiempo y dinero, ¿sí?

Si lo prioritario es hacer tal cosa, Fuaaa, allá voy; que me organizo y lo hago; lo segundo ya….; lo tercero…….; después ya el resto, no hay ni dinero, ni tiempo, ni nada.

Fíjate si ordenar tus prioridades es importante. Pero, desde lo que quiero, lo que siento que quiero, que vibra en mi cuerpo.

El cuerpo está siendo ahora mismo, y se terminará convirtiendo en un aliado magnífico, porque estamos mutando. Si voy generando cambios, mi cuerpo los va asimilando. No es que me vaya a rejuvenecer, ¡no! El paso del tiempo está, ¿de acuerdo? De momento. Pero, yo estoy sentando precedente para futuros organismos, ¿sí?

No es lo mismo irse de aquí con un cuerpo gastado, repasado de las mismas historias; que irte habiendo generado programas internos celulares, materializando en el cuerpo una alegría, una confianza inmensa, una transparencia, una verdad, una apertura… o sea, no es lo mismo irse de aquí con eso ya trabajado.

¿Sabes el salto que supone ahí arriba? Es que vuelves a casa y, claro, que vuelves cantando y bailando. ¡Lo conseguí! Lo conseguí!

O sea, esta vida es para lograr las cosas. No es para repetirnos otra vez. Nunca hemos estado tan apoyados, tan acompañados multidimensionalmente como ahora por nuestros colegas de evolución. Esa gente, de un rango evolutivo similar al nuestro.

Porque tenemos un rango evolutivo, aunque aquí, bueno…, con nuestras dificultades, y lo de estar en la vida humana, tan valientes, te olvidas…Pero el rango evolutivo que cada uno tiene, no se pierde.

Entonces, tenemos los colegas a la altura de todo eso. Están sosteniendo. No van a hacer el trabajo por nosotros, porque no sería ni ético, ni amoroso; pero, generan las mejores condiciones para que tú lo consigas. Está queriendo eso, ¡venga! ¡Que quiere! ¡Que ya por fin, se ha puesto! ¡Ha dicho que quiere eso!. Y entonces, hay una algarabía ahí arriba, que dicen: Que ya, ¡vamos!

Y, ¿qué hacen? Despejan territorio para nosotros. Te quitan trastos, baluartes con los que te hubieras chocado, de estar ahí, con la pesadumbre, con el no sé cuánto.

Te estarías dando, no con el destino…con tus propios baluartes.

Entonces, tú haces ¡¡¡chaaaas!!!, y cambias la actitud, y ya te propones otras cosas,  empiezas a crear tu realidad. Y ahí es cuando, claro, se ponen las pilas: ¡¡Vamos, vamos, vamos!!!

Y te preguntas: ¿Qué ha pasado? Que, ¿qué ha pasado? Que has dado un giro a tu vida. Y es el tiempo.

Cada año que pase en esta década, es para imprimir un juego nuevo. Nos tendríamos que ir de aquí todos, con todos los masters hechos. Habiendo agotado, no solamente el proyecto de vida inicial que trajimos cada uno de nosotros. Ese proyecto de vida, por supuesto, ha tenido una primera parte, que es sanarse.

Porque mientras no te sanas y no resuelves el grueso de las cosas, estás atrapado en el pasado, ¿de acuerdo?

A partir de un nivel grande de sanación que uno ha hecho con conocimiento interior, se empieza a desvelar el proyecto de vida.

¿Qué he venido yo a hacer a este mundo? ¿Qué es lo que yo sostengo? ¿Qué es lo que puedo sostener? ¿Cuál es el legado que voy a dejar?

Y no es un legado de premios, ¡no, no! Es el legado de decir: he dejado abierta tal brecha; he podido sostener campos de alegría a mi alrededor, de conocimiento, de bienestar, de paz, de silencio… tantos sentimientos, como hay.

Entonces empieza el proyecto de vida.

Pero, es que lo que quiero dejar claro hoy, es que, ya no es solo el proyecto de vida inicial que uno trajo para balancear la patología, sobrevivir y hacer algo, más o menos, que me guste. ¡No!

Es que podemos cerrar ese proyecto y abrir uno nuevo. Es que podemos estar viviendo, ya, en esta vida, como si fuera una vida futura.

Quiero que veamos esto, porque esto es posible. Empezar a vivir aquí ahora como ya viviría en el futuro.

Me da igual si el mundo se está derrumbando a mi alrededor…porque se tiene que derrumbar; y da igual el asunto. O sea, es tener el planteamiento interno de decir: Lo que estoy haciendo es nuevo, y es nuevo para mí también.

Fíjate que las cosas nuevas son sorprendentes hasta para el propio autor de la novedad, ¿entiendes? Cuando se te ocurre algo nuevo, y vosotros sois creadores en vuestro ámbito, también, ¿de acuerdo?… es como decir: Uy, ¿a ver esto? Uy, ¡¡lo que se me ha ocurrido!!, de repente, te encanta. Lo nuevo tiene esa chispa. Luego dices: A ver, espera un poco, a ver, ¿esto?

Y ahí, ese momento es importante, hay que poder sostener ese instante. Porque a lo mejor no existe nada semejante, no hay referentes, por eso nuevo; no vas a tener quien te avale…pero, no importa.

Sabéis lo importante que es que podamos valorar nosotros mismos lo nuevo, lo creativo; poder decir: ¡Pero esto es bueno! ¡Lo voy a llevar a cabo! ¡Y lo voy a contar, y lo voy a comunicar! Esta es la verdad que decimos, ¿no?

 

David:

Así es. Tal cual. Mira, yo aprovecho para sumar algo a lo que estás diciendo. En todo este tiempo, Stefany y yo, hemos estado…nosotros empezamos con este programa hace mucho tiempo. Pero, la parte más constante de este programa, ha sido en toda esta época que ha pasado, con todo este tema, virus, etc. Y nosotros hemos encontrado muchas más verdades en nuestra vida diaria, desde hace muchísimo tiempo, y ha sido generado, precisamente, por la situación en la que nos encontramos.

Y entonces, al saber muchas verdades, que de repente antes no conocías, es como que primero te sientes mejor; segundo, como que con más libertad de creer en algo que realmente es verdad y hacer tu vida a partir de ahí, tomando decisiones completamente ajustadas a la verdad.

Y definitivamente, cuando eso sucede, los cambios son impresionantemente buenos. Porque la gente está, como que… desensibilizada con la verdad. O sea, ya sabes que te metieron una mentira de este tamaño; bueno, la próxima te van a meter una mentira más grande, y te la vas a tragar completa.

Entonces, eso precisamente es lo que hemos hecho este año. Es tratar de darle a la gente esas herramientas, que tú, por ejemplo das acá, y que Stefany da en su curso; mira, funciona de una maravilla impresionante.

 

Paloma:

Sí. Y tienen que funcionar primero en ti.

Una de las cosas que ratifica que estamos en nuestra verdad, la nuestra, es el grado de alegría interna que nace de una manera natural, sin causa, ni justificación.

El cuerpo, ahora mismo decía que va a ir mutando; en el sentido de que va a estar mucho más permeable a lo bueno, a lo sutil, a lo delicado, a lo importante. Hasta ahora era permeable a la densidad hasta enfermarse, y todo lo que ya sabemos.

Todo eso, lo estamos traspasando, soltando, liberando. Y se está haciendo una regeneración interna en muchos de nosotros, que está activando lo que he venido indagando en estos últimos tiempos, años, que es el nuevo ADN.

Hay un ADN silente que viene con nosotros, y que en muchísima gente no se activa jamás. En algunas personas se activa muy pronto; en otros se activa a partir de un determinado momento de la vida en el que traspasas y sueltas la máxima dificultad.

Una característica de este nuevo ADN, es que permite que vayas activando las memorias felices de quién eres. Porque, claro, hasta ahora hemos estado… la gente ha estado supeditada a las memorias de sucesos pendientes de resolver.

Y que las resuelvas o no, bueno, generan todo el conflicto que ya sabemos.

Superado ese primer nivel, sí se empieza a activar ese ADN silente y empieza a correr; empieza una mutación celular, que digo que no es para rejuvenecimiento, o vivir más años o ese tipo de expectativa ¡no! Es para una vitalidad, un estado de vitalidad que se empieza a notar como una alegría interior, que no es justificada por nada externo, si no que estás contento porque estás contento. Te hace feliz, porque te hace feliz.

Empiezas a elegir en tu vida y a seleccionar lo que tiene una afinidad con ese contento interior; empiezas a relacionarte con los mejores; empiezas a apartar todo lo que ya no tiene afinidad con eso…me da igual si es familia, si es amigo.

No hay que pelearse con nadie, de acuerdo? Esto no es una lucha, ni tengo que cantarle las cuarenta, ni nada.

Simplemente, me voy manejando con los tiempos y las distancias; y precisamente, todo esto de las cuarentenas, los encierros, la vida social que se ha limitado, todo esto también, si lo sabes ver, ayuda a que pongas mejor distancia con un montón de situaciones y de acontecimientos que ya no calzan en tu vida y no tienen afinidad contigo.

Entonces, no hay que pelearse con nadie. Si ya la lucha, la reivindicación y todo eso, está muerto, también; está tan muerto como el sistema. El sistema y todas sus jugarretas, están agotadas. Ahora hay que encontrar formas nuevas de poner distancia y definición.

Fíjate que la conciencia de los límites y la distancia correcta con la cosas, es una variable de la energía de amar. O sea, cuando tú mantienes la distancia correcta con un evento, con un acontecimiento, con una persona, estás ejerciendo esa energía de amar. Porque estás respetando tu territorio, lo que necesitas, tus decisiones; y también estás respetando al otro, que no le estás dando una patada en la cara, ¿entiendes?

Entonces, la alegría interior, la distancia correcta con todo, mis elecciones, lo que pongo en marcha. Todo esto que estamos diciendo hoy. Mis prioridades. Qué es lo que quiero, realmente hacer y que llevo mucho tiempo queriendo hacer.

Se trata de cerrar capítulos.

Piensa que la característica de esta década, es que, vamos a dejar el pasado atrás. Primero, porque los representantes sociales de ese pasado añejo y calcinado van a ir como ahuecándose y desapareciendo; y porque, efectivamente, los protagonistas de todo lo nuevo,  somos nosotros. Más allá de que estén naciendo los nuevos niños, las generaciones de reemplazo que empiezan a aparecer necesitan tener el territorio despejado, para poder venir ya con sus proyectos de vida.

Vamos a tener mucha ayuda. Pero, los veteranos que hemos hecho un grandísimo trabajo interior, necesariamente vamos a sostener ese cambio y va a ser precioso hacerlo. Interesa mucho visualizarlo, más allá de que parece que queda lejos, no está tan lejos, ni tan cerca, es como tú lo quieras ver.

Porque tú ya puedes estar viviendo en ese futuro que ves; y lo puedes estar viviendo dentro de ti. Esto es a lo que me refiero.

Que esa alegría interior hace que tú ya estés viviendo en tu futuro. Tú, has traído tu futuro aquí al presente. Ya estás en esa fase. Y eso es totalmente posible; eso es totalmente probable.

He dicho antes que ya podemos activar otro proyecto de vida que sea del futuro. Y que lo vamos a generar aquí, lo vamos a descubrir aquí. No es algo que traemos de allá, sino que lo genero aquí.

Os dais cuenta, ¡eso es un progreso!

Si la humanidad todavía está en la etapa medieval… imagínate si no es un salto lo que estoy diciendo, con respecto al promedio medieval que nos rodea. De los años 50 para acá, empezó a nacer la edad media. Esto que estoy diciendo es real, no es una metáfora; no es una cuestión de que hay que creérselo o no; hay que ver el grado de resonancia y de evidencia que me puede traer este dato.

O sea, el aumento poblacional, y estamos en ocho mil y pico de millones de personas, es edad media. Pero, ¿por qué ha sido esto? Para que tengan su oportunidad de dar su salto, porque se quedaron atrapados durante siglos en nichos mentales, por una forma de vida brutal. Porque esa edad media fue brutal, de ignorancia, de brutalidad y de todo.

Entonces, están renaciendo. Muchos se van rápido y vuelven otra vez para que se ahuequen un poco sus memorias.

Por eso, es que vemos tanta gente que sólo les falta el disfraz; y además, les encanta el medioevo, ¿entiendes? Disfrazarse de época, las películas, juego de tronos, los zombis…todo tan medieval. Que vale que te puede gustar la serie, si yo no digo que no, pero… ha encarnado el medioevo. Sí, vale, con tablets, con IPhone, con las redes sociales… Pero las cabezas, las mentalidades…

Por eso, que hay mucha gente que no va a poder cambiar. Y esto hay que admitirlo a corazón abierto. No van a poder, porque el límite de apertura que traían era mínimo; y bastante que han abierto los ojos en esta vida. Y han hecho lo que han podido; ya es un gran cambio. Pero más cambios no pidamos porque no da.

La conciencia viene como viene, están pasando miles de cosas y todas importantísimas. Y todas valiosas para que cada uno tome la posición que quiera al respecto de lo que le rodea. Porque, ahora mismo, el exterior está despertando a la gente, porque es tan denso, es tan intenso, tan mentiroso.

El otro día me decía una persona que está haciendo un master de periodismo en algún lugar del mundo… me decía: Paloma, que horror. Que manipulación de las emociones para filtrar la noticia que interesa filtrar.

Son cosas que uno sospecha, porque tampoco hay que ver mucho el telediario para saber lo que está pasando, de acuerdo? A mí, ni se me ocurre. Pero encima, te viene la confirmación, por alguien que está, precisamente, ahí dentro.

Digo, bueno…es que la prensa ahora mismo es la mano derecha de la malignidad: o sea, es el brazo derecho, el brazo ejecutor.

Ya hace muchísimos años que un periodista amigo me dijo: mira, en el periodismo hay una máxima que dice: que la verdad no te estropee una buena noticia… Esto lo compartí en su momento en el 2010, en mi libro El Poder de la Tierra; ya hablo de todo esto, lo desarrollo en el Poder de la Tierra que se publicó en el 2011.

 

Stefy:

Y desde el 2010 ya hemos estado recibiendo una información, de: Oiga, hay algo que aquí no cuadra…

 

Paloma:

Sí. La verdad que para el que quiere ver, está todo muy a la vista, como nunca. Tenemos que reconocerlo. Nunca ha estado la oscuridad, la maldad, la crueldad, tan a la vista. Y luego, también las tecnologías, los inventos, todo. O sea, lo tenemos todo ahí delante.

Ahora, lo que hay que madurar, es el criterio propio. Y ese criterio, es como decíamos antes David al respecto, tiene que ver con la verdad que tú te permites, la que tú te permites.

¿Cuánta verdad puedo aguantar de mí? Porque tengo que ver en mí las cosas que no van,… cuando hay todavía mucho trabajo interior por hacer, hay que empezar por eso, y con una apertura de corazón enorme, porque solo puedo sanar lo que admito y lo que reconozco.

Entonces, hay que ser muy sincera, muy sincero con uno. Y poder decirse: caramba, que estoy siendo una cabrona ahora mismo. Pero, cómo no me he dado cuenta… Bueno, pues te lo reconoces, no te machacas, y dices: esto lo tengo que cambiar; y si tengo que disculparme, me disculpo con la humanidad.

O sea, esa grandeza de corazón hay que tenerla, porque si no, ya me contarás…no avanzamos nada. Ahí estamos, en todo ese debate.

Es un año muy potente.

Yo invito a todos los que estamos aquí hoy, a que se animen a ser verdaderos, a ser auténticos, a salirse del trocito medieval que les quede, que se quiten el casco ya.

Me acuerdo una vez en un curso, en la naturaleza, aquí en España. Estábamos haciendo el trabajo energético, estaba todo el mundo ahí, con los ojos cerrados. Y de repente, no sé por qué mi atención se fue hacia un muchacho que tenía delante de mí. Yo le veía que estaba energéticamente procesando, procesando; y de repente, le veo vestido de armadura, con un casco, de esos que te venían incluso por encima de la nariz con un trozo de hierro. O sea, un pedazo de casco. Y yo le veía, y digo: madre mía, pero, qué va a hacer este chico…

Que ¿qué hizo? PAAA, en un momento el casco salió por los aires, salió zumbando del movimiento energético. No sé si fue totalmente consciente, pero movió todo eso el chiquillo. Y luego, en la evaluación, le dije: Te has sacado un casco de la cabeza. Dice: Algo ha tenido que ser, porque noté que se me abría toda la cabeza.

O sea, que el casco lo lleva puesto todavía, mucha gente, mucha gente.

Entonces, hay que plantearse que me lo quiero quitar. La cosa empieza por ahí porque, si no te lo planteas, ya me contarás que vas a hacer.

 

Stefy:

Eso del casco, me recuerda cuando empecé a leer tus libros. Exactamente sentía eso, como que se me quitaba el casco. Y el cuerpo, como desbloqueando. Y entonces, a veces, la mente tal vez no entendía perfectamente, pero el cuerpo… era esa alegría que tú comentas. Tiene que ser eso, esa activación interna, que va hacia 360 grados afuera de ti. Y es como la confirmación de que ¡esto es!

 

Paloma:

El cuerpo nos va a dar muchas alegrías, de verdad. Porque, si empezamos a escucharle, va a transmitirnos una información muy rica, muy sutil, como no lo había hecho hasta ahora, por la densidad que cada uno albergaba.

Entonces, en la medida que nos permitimos más estados amorosos internos, de alegría,  bienestar, sin exigencia,  porque una cosa es el compromiso y la responsabilidad, y otra cosa, es el látigo de la exigencia con el que se viene haciendo las cosas.

Yo diría que son tiempos grandiosos. Utilizando tu frase de grandioso Stefy, son tiempos grandiosos para todos nosotros. Ojalá que la gente lo sepa ver, lo sepa valorar, reconocer, disfrutar.

Y, en medio de la hecatombe, que va a seguir estando… y que no depende de nosotros, hay un procedimiento, un proceso que se va a ir dando… para que podamos decir: que justo todo; cómo calzan las cosas, cómo van cayendo las fichas que tienen que caer.

 

Stefy:

Una preguntita. Entonces, tu certificas y me confirmas que puede estarse el mundo cayendo… o eso es lo que nos dice la televisión, que el mundo se está cayendo, que el mundo se está acabando… y sin embargo, tengo toda la capacidad, cuento con todos los recursos para, yo, desde mi intimidad, desde mi individualidad, ponerme a dar acción a esas ideas que tengo en la cabeza, y simplemente, ponerme a lo que puedo, lo único que puedo que soy yo.

 

Paloma:

Eso es así. Y es la nueva conciencia del momento. Ahora mismo, si tenemos que hablar en términos de la vida humana, no hay luz al final del túnel. Estamos de lleno en el túnel. En el fragor del túnel, de lo que se está cayendo; pero, que es necesario. Tienen que aparecer los ídolos que todavía quedan y los veamos y se esfumen: FAAA. No hay que preocuparse, tiene que salir todo a la luz, que se vea, que se note, que se agote. Que se le pase el tiempo y venga el siguiente. Son tiempos de agotar todas estas sagas oscuras, de tal calibre.

Y en ese mientras tanto, está la vida interna. Podemos estar en medio del túnel, sin luz…pero, tú con todas las luces puestas, ¿entiendes? Y esa es la maravilla de estos tiempos. Porque claro, en la edad media eso no se pudo; pero, ahora sí.

 

Stefy:

Dices que no hay luz detrás del túnel. Es como que nos estás invitando a poner en marcha,…, estamos saliendo del modelo de ver para creer, y ahorita estamos entrando en creer para ver, porque es parte del principio de que yo soy la creadora de mi propia realidad. Entonces, yo lo pienso aquí, y luego lo veo. Entonces, es como que sí, tiene que no haber luz al final del túnel, para que tú misma…

 

Paloma:

Para que tú la actives ahora, si no, no se activa nunca. Y no se activaba nunca, porque bueno…todo era un más o menos; un conformismo, no estamos mal… no estamos bien, pero tampoco estamos mal.

Son tiempos muy decisivos. Por eso, son importantes. Y por eso, a mí me parecen bellos, porque hay una belleza en la nueva acción; una belleza en la autenticidad; en el coraje; en ese brillo, ese destello desde uno, desde lo mejor de ti. Y vamos a empezar a constatar, que la verdad va a funcionar; que la autenticidad va a funcionar.

O sea, todo eso que hasta ahora, pues no había manera. Vamos a empezar a verlo. Y lo vamos a ver de forma inesperada, porque no hay previsiones de cuándo y de tal.

Pero, inesperadamente: PLAS! Y dices: Ahí va. Fíjate, quién hubiera dicho, que tal cosa, tal… Vamos a ir pillando esos detalles, esos destellos, y que en la oscuridad del mundo mundial, que no es la mía, es la del mundo mundial, yo pueda pillar esos destellos, y decirme: fíjate por dónde va la cosa; mira tú… Sin engañarse y sin nada.

Ahora no hay que estar esperando. ¡No, no, no! Se acabaron las expectativas; estamos creando el día a día; creando el hoy, para un mañana nuevo; y el mañana para los siguientes mañana. Y dejar el pasado atrás.

 

David:

Y si lo hacemos todos juntos? Mucho mejor.

 

Paloma:

Pero todavía eso va a ser complicado, porque la gente, parece que no, pero está muy asustada, muy enmohecida y muy dormida. No hay una masa crítica todavía.

Si hubiera masa crítica, esto ya hubiera hecho PLAF. No estamos todavía el número suficiente de individuos lúcidos para hacerlo.

Así que a lo mejor este es el tiempo para que vayan despertando colegas nuestros que están todavía dormidos, y se espabilen, y digan: Pero bueno, ¿qué he estado haciendo yo hasta ahora? Me lo estaba perdiendo.

 

Stefy:

A mí me pasó muchas veces en mi vida: ¿qué he estado haciendo yo?

 

David:

La gente tiene como que, redescubrir el poder que cada uno tiene, y eso es algo personal.

 

Paloma:

Sí. Se lo tienen que creer ellos mismos.

Es que ahora, el trabajo, más que nunca, es totalmente en singular. Es un trabajo singular. Si tú no lo haces, nadie lo puede hacer por ti, y eso, ya es revelador.

Antes era: bueno, si crees en esto; si estamos todos juntos; si meditamos todos a la misma hora, el día tal a la hora cual, se abre el portal.

¡Que no se abren portales! Los portales están todos abiertos. Eres tú, idiota, el que no avanzas!

¡Ya está! ¡Qué abrir portal, ni cerrar portal! Eso no existe en el universo. No hay apertura y cierre; ¡está todo abierto!

El universo se organiza y la información se irradia para todos. Luego, cada uno pilla lo que pilla, según su nivel de conciencia y su nivel de evolución. Pero, no es que se abre y se cierra. Eres tú, el que tienes que mover la ficha. Despejarte, quererlo, ir a por ello, con toda tu energía y tu vitalidad. Es esto.

Entonces, este tiempo tiene esta característica, que se acaba ya que el afuera me va a dar, me va a traer, me van a llevar en volandas, vamos a elevarnos a no sé qué dimensión…

¡Que no! ¡Que no! Que es más sencillo que todo eso. ¡Quítate todo eso de encima y empieza a hacer tu trabajito interno!

¿Qué es lo que quiero? ¿Cuál es mi verdad? ¿Por dónde voy a empezar?

O sea, todo esto, al final, tan básico. ¿Sabes qué? Básico.

 

David:

Totalmente. Me quito lo que me pesa. Agarro lo que me sienta bien y liviano y …

 

Paloma:

Y me atrevo a ser yo. ¡Y ya está!

Y me da lo mismo, y además es que no estoy esperado que me siga nadie, ni seguir a nadie. Bastante tengo yo con avanzar; o sea, básico.

Tenemos que empezar por lo básico, ¡que es crucial!

 

-Stefy: aquí comienza a agradecerle a Paloma por el Live, y hace mención de rever este live, como un recordatorio de por dónde encaminar el trabajo personal, acotando que el trabajo personal es diario-.

 

Paloma:

El trabajo interior es diario, hasta el final de tus días y es todos los días.

Lo que tiene el trabajo interior es que vas avanzando en el tiempo, y se va haciendo más sutil; porque claro, ya los pedruscos te los quitaste. Y entonces, empieza a venir lo sutil. Y eso te da un nivel de mucho gozo.

Descubrir una sutileza, dices: ¡Ahí va! ¡Si el tema era este! Es como una hebrita dorada que, de repente, descubriste. Y eso, te da muchísima satisfacción.

O sea, es hasta el final de nuestros días en la Tierra. Porque la Tierra es la gran escuela.

Es tan valioso el Proyecto Humanidad, el proyecto terrestre. Venir aquí, los cuerpos humanos que nos permiten tantas cosas… es que valorar todo esto y la riqueza que nos llevamos de aquí… ya te digo, esto es ya, básico.

Hay que empezar por esto, porque la muerte no existe; porque solo hay vida; porque estoy aquí, aprovechando una oportunidad dorada, luminosa, y me la quiero llevar puesta entera. O sea, ¡empecemos por ahí!

¡Vamos a más y a mejor, siempre!

@stefychofel

3 enero 2021

Transcripción @marianaparamio

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